El británico asegura que las tres victorias consecutivas han sido muy beneficiosas para su confianza.
Si el equipo que domina con mano de hierro el mundial es Mercedes, el cabeza de turco del equipo alemán es el británico campeón del mundo de 2008: Lewis Hamilton.
El único Gran Premio que se le resistió fue el primero, en Australia, en el que tuvo que abandonar por un problema mecánico de su W05. A partir de ahí, tres Poles y tres victorias. Lewis Hamilton ha valorado el peso emocional que supone ganar tres carreras consecutivas para un piloto, y reconoce que piensa aprovechar la tendencia ya que piensa que su compañero de equipo, Nico Rosberg, le pondrá las cosas difíciles:
"En el deporte todo son juegos psicológicos, aunque por supuesto que consiguiendo buenos resultados no puedes medir el efecto que tiene en las personas, yo se lo positivo que es eso para mí. Nico va a ser tremendamente rápido en cada carrera que tengamos", aseguraba.
En lo que a estrategias y ritmo de carrera se refiere, Hamilton asegura preferir carreras más dominantes y tranquilas para él como la de Malasia o China y no tan ajustada como la de Bahrein: "En China estaba determinado de asegurarme de que no estuviéramos tan cerca como lo estuvimos en la última carrera, y definitivamente me sentí un poco más como en Malasia. Así que voy a seguir trabajando y manteniendo el enfoque que tengo porque me está funcionando perfectamente", finalizó.
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