Llegamos a la tercera cita del campeonato con una clara soberanía mecánica alemana.
Difícil, muy difícil lo van a tener los rivales de Mercedes para acercarse a las flechas plateadas este próximo fin de semana en el circuito de Sakhir. Y es que apenas cinco días después de haber finalizado el Gran Premio de Malasia, los monoplazas volverán a saltar a la pista el viernes. Esto se traduce en que los equipos prácticamente no van a tener tiempo de llevar mejoras significativas que les permitan mejorar su rendimiento.
Con largas rectas, curvas lentas y fuertes frenadas, Sakhir se presenta como el aliado perfecto de los equipos propulsados por los motores Mercedes, pura potencia y tracción, en detrimento del Ferrari o el Red Bull, pura carga aerodinámica y velocidad de paso por curva. La cosa pinta difícil para los de la Scuderia, visto el rendimiento del F14 T en las dos primeras pruebas del campeonato y la evolución de los Red Bull. En principio las mejoras más significativas de Ferrari llegarán para China y España, por lo que el fin de semana se presenta a la defensiva para los coches rojos.
Desde Ferrari se muestran optimistas (no van a decir lo contrario, si no les molerían a palos...) y creen comprender mejor el monoplaza, esperan mejoras menores y se apoyan en la fiabilidad robusta del F14 T para poder resistir en este comienzo decepcionante de campeonato...
Todo puede pasar, es una carrera de Formula 1, que en principio es imprevisible, pero si algo a caracterizado estos últimos años al Gran Circo no es precisamente su incertidumbre, por lo por mi parte lo apostaría todo a una flecha plateada de nuevo en lo más alto del podio.
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