Tras el polémico adelantamiento del alemán a su compañero de equipo Mark Webber, desobedeciendo las órdenes de equipo, Vettel pidió perdón, pero aclaró que no quiso ignorar al equipo. El jefe de la escudería, Christian Horner, no cree lo que dice su pupilo, ya que las intenciones se dejaron muy claras por radio. El polémico adelantamiento ya ha causado sensación dentro y fuera del padock.
"Él dejó bien claro cual era su intención al hacer el movimiento sobre Mark. Sabía cual era la comunicación. Prefirió ignorarlo. Obviamente eligió lo que quería oír".
Respecto a la posible demanda desde el equipo a que Vettel le devolviera la posición a Webber, Horner declaró: "¿De verdad crees que sí le hubiéramos dicho que disminuyese la velocidad y cediese el lugar de nuevo, la habría devuelto?"
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