El quinto puesto en Australia decepcionó al asturiano.
Rostro serio, con la toalla echada al cuello y bebiendo tras el esfuerzo. Alonso atendió a la prensa al finalizar la carrera y no parecía muy contento: "Seguro que nos habría gustado estar más cerca del podio, pero era imposible. Los motores Mercedes parecen de otra categoría y la lucha de tú a tú era imposible", declaró.
Y es que una vez más el asturiano lo dio todo en pista, como siempre ha hecho, pero una vez más para luchar por posiciones medias. Por lo menos, intenta sacar algunas líneas positivas de lo visto hoy en Melbourne: "Me llevo un sabor agridulce de Melbourne porque aunque el quinto no es el fin del mundo llegar a 35 segundo del líder no es nada bueno. Eso sí tenemos diez puntos más que duros rivales como Vettel y Hamilton", aclaraba.
Además, las primeras vueltas fueron muy duras para el F14T, según ha reconocido Alonso, que asegura que la fiabilidad de los dos monoplazas de Ferrari estuvo en peligro durante toda la carrera por problemas eléctricos: "Las quince primeras vueltas han sido caóticas con muchos problemas en el motor eléctrico. Hay que trabajar mucho. El objetivo era terminar y lo hemos conseguido aunque con la vuelta menos y el safety car era más sencillo", finalizó.
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